domingo, 7 de agosto de 2011

Atascos en la M30

No voy a hablar de ruidos de motor, claxon, cabreos y lentas colas de automóviles intentando acceder a las salidas de la autopista, y mira que me gustan a mí los símiles de las autopistas, voy a hablar de los atascos que algunas personas tienen al cumplir los 30.
Dependiendo de cómo te hayas montado la vida, esta edad es el momento para el "level up" o bien para darle al pause y preguntarse si has estado jugando hasta ahora en el nivel "principiante" o en el "hard", si le das al pause, y encima te has dado cuenta de que siempre has estado en el nivel amateur, échate a temblar, porque estás a punto de estancarte.
Los años pasan volando, entre los quince y los veinte, te los pasas intentando acabar de comprender quién demonios eres y qué quieres de la vida, entre los 20 y los 25 te dedicas a disfrutar de cómo eres y de cómo son los demás, y entre los 25 y los 30 decides un poco para quién quieres ser y quién quieres que sea para tí, o al menos cómo te gustaría que sea, pero a partir de los 30 todas esas preguntas deberían al menos estar ya respondidas.
El problema comienza cuando pasada esa barrera, aún te quedan dudas sobre quién eres, cómo eres con los demás y qué te gusta de los demás.
Comienza entonces una espiral parecida a un regreso al pasado, un regreso a épocas en las que eramos felices y teníamos todas esas dudas resueltas, un retorno al momento Peter Pan, y nos negamos a pasar esa frontera, nos negamos a crecer.
Tengo a algún que otro amigo en esta situación ( e incluso dando vueltas por la M40 y la M50, mas largas y tortuosas) y no dudo que yo acabe quizá también merodeando la zona, pero me siento muy impotente al no poder ayudar.
Es increible como se tapan la vista y se empeñan en no mirar hacia adelante, recordando solo el pasado, negándose a avanzar, a pasar a un nivel superior, intentando contínuamente rememorar tiempos pasados, que como ya dijera el poeta, fueron mejores.
La vida avanza, eso es algo que no podemos parar, al menos si queremos vivirla, así que... ¿porqué empeñarnos en frenarla?
Alguien a quien quiero mucho me dijo una vez: - En la vida hay una edad para cada cosa, con 20 hay que hacer todas las locuras de los 20, con 30 todas las locuras de los 30 y así hasta envejecer, pero con 40 no puedes hacer las locuras de los 20 ni al revés, a cada edad lo suyo.-
Si se es hiperresponsable con 20, pasado un tiempo necesitarás una racha de locura y si has sido un cabra loca hasta los 30, necesitarás sentar la cabeza.
Pero hay personas que se atascan de repente, que no saben avanzar y creen que si se quedan quietos y sin moverse, repitiendo la rutina de cada día, pasarán desapercibidos para la vida y el tiempo no pasará por ellos. Se quejan de su inmovilidad, de que no avanzan, de que no consiguen lo que anhelan, pero cuando les pasa por delante la oportunidad la dejan pasar de largo mirando hacia otro sitio.
¿Qué sentido tiene?, el maná no cae del cielo, hay que ir a buscarlo, y pelear por el, es lo que nos hace crecer y madurar como personas, luchar por lo que queremos, perderlo, volver a encontrarlo. Un trabajo, unos estudios, un amor, una amistad, nada de eso cae del cielo de forma repentina, requiere esfuerzo, constancia, esperanza, ilusión.
Pasados los treinta sueles haber conseguido muchas de esas cosas, pero del mismo modo también puedes perderlas, es el tiempo y la vida los que hacen que hayas aprendido a luchar por ellas y poder de nuevo lanzarte a por ellas.
Me entristece ver cómo algunos pierden ese tiempo, inmóvles, sin disfrutar del ahora por llorar el ayer, quietos, impasibles, esperando que la vida se detenga en este momento

Tempus fugit, así que, Carpe diem.

martes, 21 de junio de 2011

De regreso al mundo real

Parece que en los últimos meses me hallase apartada del mundo real, inmersa en mi nube de pensamientos, a la espera de una señal o una percepción que me dijese por donde debería empezar a caminar.
Durante estas semanas he tomado una decisión importante, y por eso creo que necesitaba tener la cabeza libre de todo y de todos para poder orientarme.
Siendo así y habiéndome decidido vuelvo de nuevo al redil, a la brecha, a surfear como decía un amigo mío, en la cresta de la ola.
¿Qué ha pasado en todo este tiempo? pues las cosas siguen mas o menos igual, el ego ajeno sigue intentando hacer mella en mí, pero se ha topado con que el junco es cada vez más flexible y por tanto recobra la posición con más facilidad.
La vida transcurre feliz, con nuevas metas a alcanzar, y nuevas dificultades para afrontar, por lo que estoy contenta, si no hago algo que me asusta cada día no soy feliz.
En fín, espero que dentro de poco este blog se vaya haciendo más productivo. Cuento con mis lectores!

martes, 15 de marzo de 2011

La inexplicable necesidad humana de complicar la vida

Muchas veces me pregunto porqué el ser humano está tan empeñado en complicar las cosas.
La vida en sí misma es compleja, si nos paramos a pensar en todas las coincidencias que tienen que darse para que el milagro de la vida se lleve a cabo, la cabeza nos dolería una buena temporada, y sin embargo sigue sucediendo cada día...
Nos gusta complicar las cosas porque nos parece que sin son sencillas es por que algo no va bien.
Nos gusta ser capaces de solventar los problemas, y de no hacerlo, de echar las culpas a circustancias mas grandes y poderosas que nosotros y por las que evidentemente, no somos capaces de avanzar.
Al ser humano le encanta por naturaleza ser víctima, la posibilidad de echar la culpa a un tercero ( persona o no) para cubrir ese cachito que le falta para alcanzar algo, es una experiencia reparadora y tranquilizante.
Si disfrutasemos de la vida sin mas, dejándonos vivir, alegrándonos cada día por lo que tenemos y no por lo que desearíamos tener, alegrándonos por el día que amanece y no quejandonos de que no haga sol, disfrutando de nuesta existencia en lugar de añorar estar en otro sítio o con otra persona...
Cada uno lidera su vida, cada uno es dueño de sus actos, porqué entonces nos empeñamos en que las cosas tienen que ser diferentes... cambiemos nosotros si queremos que las cosas cambien, si no hace sol, empieza por diefrutar de los días de lluvia.
Yo aún tengo mucho que aprender sobre este tema, cuando las circunstancias me superan a menudo tiendo a echar la culpa a terceras cosas, al cansancio, a las personas, al tiempo... que me falta.
Pero al menos de momento tengo una cosa muy importante, que es CONSCIENCIA, ¿qué tontería verdad?, pues como ya he dicho en otras entradas, ésta es la mejor y la mas importante de las virtudes de una persona, la CONSCIENCIA.
Consciencia de la importancia que tiene levantarse cada día, consciencia de saber que puedes ir al trabajo cada mañana, de que a tu lado está la persona que mas amas y que mas te ama, de que estás sana y puedes con todo, de que vives en un hogar que has construido con amor, tiempo y esfuerzo... y consciencia de que hay muchas personas en el mundo que carecen de alguna o de todas esas cosas... así que, ¿porqué lo complicamos todo?, ¿porqué nos empeñamos en no ser felices primero con lo que tenemos?, ¿porqué siempre nos estamos quejando de todo lo que no tenemos en lugar de valorar lo que si?
Por la inexplicable necesidad humana de complicar la vida.

domingo, 27 de febrero de 2011

Resurfacing

Resurfacing es una técnica de cirugía ortopédica y traumatología para prótesis de cadera, por la cual, tras digamos "pelar" la cabeza femoral se coloca a modo de recubrimiento un componente metálico que la recubre y la renueva al sustituir la parte enferma.
Lejos de dar lecciones quirúrgicas, ya que esta definición es una aproximación muy peregrina, este ejemplo me sirve para introducir lo que he sentido este fin de semana. He sustituido una parte que me estaba enfermando por una nueva y resistente, mi resurfacing particular.
Costó mucho reconocerme de pronto en las palabras de mi compañera... me imaginaba en un ambiente protector, feliz, abierto, le evocaba sol, cielo azul, sonrisas, niños compartiendo y como no ¡mandarinas!
Pensareis que estoy loca, pero no, el ejercicio consistía en, tal como somos, imaginar cómo habíamos sido, adivinar nuestro pasado a través de lo que ofrecíamos ahora al mundo con nuestra personalidad.
Me sentí orgullosa, muy orgullosa, de que los demás percibieran de mí, alegría, soles, cielos azules, muchos niños y alegría. En su lugar, viví algo de soledad, mucho esfuerzo, superación, días grises, tristeza, incomprensión y muchas nubes negras...
Me cayeron las lágrimas cuando me dí cuenta de mi hazaña, me descubrí a mi misma como orgullosa y superada, como que había conseguido una gran gesta y que no me había dado cuenta hasta ahora.
He conseguido ser como quiero ser... nadie es de una determinada manera porque no pueda cambiar... no no hay "naturalezas" somos personas que dominamos, quizá no nuestro futuro, pero si nuestro presente.
Yo no pude cambiar la infancia que tuve, que ojo, las hay mucho peores, que a mi no me faltó nada, al menos nada importante, que ahí siempre estuvo mi madre para compensar todas las carencias, pero me dio una de las armas mas importantes que tiene el ser humano... CONSCIENCIA.
Siempre he sido consciente de lo que soy y de lo que tengo, y siempre he sido consciente de que si dejo de ser de determinada manera o dejo de hacer determinadas cosas, mi realidad cambia... siempre está en mi mano evitar o impulsar ese cambio.
Éramos pobres, pues sí, pero era consciente de lo que tenía, y de que no había mas, pero también era consciente de que podía haber mucho menos...como dice un amigo mío "lloraba por no tener zapatos y al girarme vi un hombre que lloraba por no tener pies" con lo cual siempre he sabido apreciar lo que tengo. Esa es la gran enseñanza que me ha regalado mi madre. Nunca jamas me ha engañado, ni me ha ocultado nada, para que no perdiese esa consciencia, hija, esto es lo que hay... no hay mas.
¡Qué gran regalo! ¿no os parece?, percibí los problemas desde niña como un adulto, masticados, si, pero sin perder un ápice de su contenido. Por eso después determinados problemas de mis compañeros de pupitre me parecían banales.
Me enseñó el valor del estudio, de la realización y de del sentimiento del amor propio, que modestia a aparte, siempre he tenido mucho, ¡siempre digo que estoy encantada de conocerme! al fin y al cabo soy la persona con quien voy a pasar mas tiempo en mi vida... ¡cómo para caerme mal!
Y a medida que me fui haciendo mayor, empecé a definir cómo quería ser.
Alcanzo siempre mi felicidad cuando los demás lo son gracias a mi, si mis amigos son felices porque yo los puedo ayudar, o porque comparten conmigo un gran día yo soy feliz, y si el clima en el trabajo es agradable porque yo puedo influir en algo para conseguirlo... yo soy feliz.
No soy perfecta evidentemente, tengo mucho que cambiar, tengo mucho que aprender, tengo mis días grises muchas veces, y nostalgia de lo que no pudo ser, que es la mas triste de las nostalgias, pero este fin de semana al menos, me ha dado una inyección de moral saber que merece la pena, intentar sonreir siempre que pueda si a cambio me devuelven desde el otro lado, otra sonrisa.

jueves, 24 de febrero de 2011

La transfiguración a Junco

Hace un año apenas si me viese en la misma situación que ahora quizá hubiese sido un alambre, que te doblan, te tumban y quedas allí en el suelo, sin posibilidad de cambio sin ayuda externa.
Hoy por hoy, con millones de fallos, con millones de problemas y temas personales aún por solventar, creo que me estoy volviendo poco a poco junco. Me empujan, como las ondas en la orilla del río, pero pese a que me doblo e incluso me tumbo, poco a poco recobro mi posición inicial sin ayuda de nadie.
Me gusta saber que aunque las situaciones aún me siguen afectando, aunque los temas laborales traspasen lo personal y algunos días me hagan incluso llorar, poco a poco me recobro, me retorno a mi centro y yo solita soy capaz de retornar a mi posición inicial... estoy creciendo por dentro y eso es bueno.
Muchas veces reconozco que me pierde la bocaza, ¡en todo!, cuando me pasa algo bueno lo cuento a los cuatro vientos, me apetece compartirlo, y cuando me pasa algo malo también, necesito oirlo en voz alta, y que terceras personas lo escuchen y percibir su respuesta, digo percibir porque no siempre lo que dicen es lo que piensan, por eso prefiero guiarme por el instinto y leer entre líneas.
Esta semana ha sido extremadamente mala, doblando en el trabajo con un curso por las tardes, con el personal del trabajo, cansado, quemado y con un ambiente tenso, que no soy capaz de manejar, me siento sin manos, sin posibilidad de reacción, sin "poder" para solucionar problemas... y eso no me gusta en absoluto.
Me siento en medio de una gran pinza, con gente que reclama por debajo y gente que no da por encima, y yo quiero complacer, justamente, a todo el mundo... árdua tarea creedme.
Tengo muchas ideas, muy buenas intenciones, mucho trabajo por delante para realizar, pero antes de lo interesante hay que hacer lo urgente, y eso lo odio, quiero hacer lo importante, y no solo lo urgente... ¡primero lo primero! pero no soy mi propio jefe...
Me gustaría contagiar mi entusiasmo por el trabajo, mis ganas de hacer cosas nuevas, mis ideas y mi ilusión, pero no es la gripe, no es tan fácil,
Al menos, como inicié en este post, me estoy volviendo junco, cada día, aunque tarde mucho, consigo poco a poco retornar a mi posición inicial, la entusiasta, la enérgica, la enamorada de mi trabajo, para volver a la carga otro día mas... aunque tenga días "alambre" poco a poco me estoy convirtiendo en un Junco...

domingo, 13 de febrero de 2011

El porque de las cosas

Ultimamente me estoy dando cuenta de que ayudar a los demas sirve evidentemente a entenderse y reafirmarse a uno mismo.
Tengo una amiga, una de esas de las de verdad hecha una mierda. La cuestion es que se encuentra en una espiral descendente de la que no se si sera capaz de salir.
Durante dos años ha estado enganchada sentimentalmente a un lastre emocional que la esta arrastrando a la desesperacion. Sin embargo no quiere desprenderse, es una droga a la que se ha enganchado y va a ser dificil de dejar.
Me cuesta mucho hacerselo ver, al menos sin que le duela, y ademas pienso que por muy evidentes que sean las cosas las personas tienen que darse cuenta por si mismas o volveran a cometer los mismos errores.
Todos tenemos nuestros fantasmas, el tiempo, el deseo de amar y ser amado... nos rondan en la noche para atormentarnos y para que se nos nuble el juicio...nos hacen tomar malas decisiones y vemos el mundo con los cristales de unas gafas borrosas.
Ella solo quiere amar, y sobre todo que la amen, el tiempo corre en su contra, y ha escogido mal al elegido, no la ama, no la cuida, no le da lo que merece... pero el amor es ciego, sordo e incluso mudo, que no escucha la verdad, ni dice lo que verdaderamente siente, ni ve lo que tiene delante.
Solo necesita tiempo, como casi todo el mundo, para desintoxicarse, sufrir el mono y aprender a querer... a quererse a si misma.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Crossing Alea

La historia que os voy a contar se inicia hace mas de diez años si la memoria no me falla.

Por aquel entonces me encontraba yo en un cruce de caminos... ¿sabeis esa sensación que uno tiene en un cruce de carreteras cuando uno sabe que está perdido y no sabe por cual tirar?. Pues a veces te empeñas en seguir de frente por la general con la vaga ilusión de que como es el camino que llevas siguiendo varios kilómetros, al final irremediablemente tendrá que conducirte a tu destino... Pues no, porque cuando sospechas que estas perdido, es porque sabes que precisamente esa dirección no te lleva donde quieres... ¿qué hacer entonces? Te guías del instinto ( en esta metáfora no hay GPS ¿vale?) pegas un volantazo y a explorar por otro camino, que nunca se sabe si girando a la izquierda el destino es mejor...

¿Porqué cuento todo esto?, porque hace diez años ( o mas si me apuras ) así estaba yo, enfrascada en una relación sin futuro, donde sabes a ciencia cierta que no tiene futuro, y sin embargo te agarras hasta con los dientes a lo que tienes, porque te empeñas en que es lo mejor, en que es lo que hay, y en que es lo que te mereces... Pues no, otra vez mas.

En aquel cruce, yo sabía que de frente no iba a ir mas que a una vía muerta, pero hombre, era la autopista, y llevaba en ella demasiados kilómetros para arriesgarme a coger una salida, y a ambos lados, entonces solo creía que era un lado, tenía dos carreteras desconocidas para mi.

Uno de los chicos ( por si la metáfora se le estaba atragantando ya a alguien ) era un compañero del grupo de baile, mi pareja incondicional de salsas, merengues y cumbias, y me trató como a una reina, me llevaba, me traía, me hacía reir, me escuchaba, era atento, se preocupaba... y en aquella época aquello era toda una novedad para mi.

Lo que es mas, sabía que tenía pareja, que no estabamos muy bien, pero nunca me pidió nada mas. Evidentemente ya no soy una hermanita de la caridad, y todo aquel derroche no tenía mas objetivo que conquistarme, por supuesto, pero recuerdo aquel tiempo con cariño y con los años aprendí, que yo siempre aprendo, a que yo me merecía algo diferente, ni mas ni menos, solo diferente.

La historia termino mal, una noche, una canción especial, un beso en el peor momento y una noticia demoledora... casi nadie entendió nada excepto yo, y el mismo día que el chico se me declaró, mi por entonces novio me dejó definitivamente.
Por no ser el momento aquella relación se enfrió, el orgullo que es muy malo, la juventud que es peor, y el primer amor que tira mucho, hicieron el resto, y nunca mas lo volví a ver.

Pero la gracia de la historia, y a quien va dedicada especialmente (ella ya sabrá) comienza ahora.

No era solo un chico, sino dos.

Su mejor amigo, era la otra carretera secundaria que nunca supe que estaba ahí, no aparecía en mi mapa de carreteras.
Callado, silente, tragándose sus sentimientos, permaneció en todo momento respetando a su amigo a cambio de su propia felicidad, un gesto que con los años supe y me dejó fría.
Pasaron los años y nos volvimos a encontrar, tras contarnos nuestras vidas, cada uno con una historia mas o menos pesada en la mochila, comenzamos otro tipo de relación, y como tengo costumbre, aunque se resista ( y se moleste cuando lea esto) lo adopté.
De unos meses a esta parte no hace mas que hablarme de una chica que conoció gracias a su blog, me la pone por las nubes, y sinceramente, creo que está colado hasta las trancas por ella.
El puede parecer a primera vista un tipo férreo, duro, de esos que son capaces de soportarlo todo, y en esa mochila de la vida, como decía antes, doy fe que lleva cargas tan pesadas que el común de los mortales ya hubiesen tirado la toalla por muchas ilusiones.
El no, sigue persiguiendolas, se niega a pensar que no hay mas oportunidades en la vida, y eso es gracias a ella.
Ha descubierto una luz en medio de la noche, y se ha dado cuenta de que cuando mas oscuro estaba todo, con mas claridad pudo ver las estrellas. Ella le entiende, le complementa, le ilusiona y le da razones, para ser feliz, para vivir, para salir adelante.

Debajo de esa apariencia que describo, hay un joven ilusionado, agradecido, cariñoso, familiar y cercano, generoso a la máxima potencia, leal y comprometido.
Y aunque se enfade nuevamente... un "osito".
Se que estás en un cruce de caminos, pero perdona que te diga, ya has torcido a la derecha, sabes que la carretera general te lleva a una vía muerta, tu lo sabes, yo lo se, pero aunque te empeñes en dar la vuelta y continuar de frente, sabes que nunca será igual, que ese no es el camino que quieres y que ese no es el camino que te mereces.
Insisto, ya has iniciado la maniobra, has girado y ya estás en otra carretera, déjate llevar, ¿qué pierdes?, ¿lo que tenías? ¿seguro que era lo que quieres? piensalo...
No se donde te llevará una relación con el, no te voy a engañar, pero qué importa, lo importante no es el destino, sino el viaje. Lo importante es lo que aprendas del viaje, lo que veas, lo que disfrutes y lo que sientas, eso es lo importante.
Yo me arrepiento mucho de que hace algo mas de diez años no hubiese girado el volante, porque continué por una carretera que sabía que no conducía a ningún sitio, y gasté el depósito de gasolina en vano, para que al final, peor y mas dolida el coche me dejase tirada cuatro años despues... lo único bueno fue que al final de esa via muerta, ¡en la gasolinera estaba el que hoy es mi marido! jejeje, por continuar con el símil del viaje.
Pero me hubiese gustado saber ¿qué hubiese pasado? lo peor es preguntarse ¿y si...? y no saber la respuesta.
A lo mejor no me hubiese salido bien, pero me hubiese dado cuenta de las formas tan distintas con las que nos pueden querer y hubiese aprendido cual era la que yo quería para mi.
Cuando conocí a mi marido, volví a estar en ese cruce de caminos, y esta vez no lo dudé, giré sin pensar, me tiré a la piscina sin saber siquiera si había agua...
Muchas veces él y yo hablamos de eso, y de la suerte que tuvimos, nos encontramos... nos estabamos esperando en la vida.
Estás apabullada, lo se, porque yo me he sentido así, de pronto, todo es diferente, la forma de cuidarte, de escucharte, de abrazarte, de besarte... todo cambia, y para bien, y es como si después de estar en un tunel cruzando a tientas te sacasen al exterior y para colmo mirases al cielo despejado... es precioso ¡pero no ves un pimiento!
Y por otra parte te sientes culpable, no debo sentir esto, no debo ser feliz con esta persona, no debo añorarle, por que el "otro" no se lo merece... no no se merece continuar en esa situación, porque lo que sientes no lo puedes cambiar, y creeme, si lo amases verdaderamente no te explotarían todos esos sentimientos derepente.
Yo tenía a dos personas a mi lado, y estaba tan ciega por mi pareja que no vi a ninguno de los dos... no vi mas que amistad... ¡y no me creo que tu solo hayas visto amistad!

¿Quien te dice a ti que la vida no os ha esperado hasta justo este momento? de verdad vas a arriesgarte a preguntarte ¿y si...? 

Radiografía de mi misma

Uno se puede preguntar cuando entra en un blog si lo que se va a encontrar le gusta o no... en este blog solo me vais a encontrar a mi.
Los que me conozcan y me quieran les gustará, y aquellos a los que desagrado les parecerá un bodrio.

Para el resto, aquellos que no me conozcan, me voy a presentar brevemente.

Soy una persona sin dobleces, soy lo que ves, y eso en mas de una ocasión me ha traído problemas, me cuesta mucho ocultar mis sentimientos o pareceres, y en el mundo moderno, por honesto que pueda ser, es complicado.

¿Porqué Aleascopia? Desde hace muchísimos años mi pseudónimo de adolescente escritora de poemas, compositora de cancioncillas guitarreras e incluso de dirección de escena ha sido Alea. Alea significa como sabreis "suerte" en latín, y mi frase favorita es pues "Alea jacta est", la suerte está echada... porque creo que la vida es así, cada día cuando nos enfrentamos al mundo, la suerte está echada, ya que todo lo que hubieses tenido que aprender para salir adelante ese día, ya lo llevas contigo.
Y escopia, en honor al mundo sanitario en el que me muevo, es "ver a través de", así que Aleascopia, es MI forma de ver y entender la vida, de verme a mi misma y de ver a los demás, aprendiendo del resto del mundo.

Creo firmemente en que se aprende de todo, de lo bueno mucho, y de lo malo mas.
Intento equivocarme solo una vez... ¡ en lo mismo al menos !, lo paso tan mal cuando meto la pata en lo que sea que intento por todos los medios que no me vuelva a pasar... ¡lo malo es que hay demasiadas cosas en las que meter la pata!.

Y a grandes rasgos eso es lo que puedo contar, que espero que hagais vivo este blog y entre todos seamos capaces de conocernos a nosotros mismos y a los demás.
Un besazo a todos.